domingo, 6 de diciembre de 2015

📇 Entrevista: El infalible Almada [2014]


Cristian Berrios


Juan Carlos Almada, quien anotó más de 40 veces entre 1992 y 1993, se convirtió en el primer goleador de Universidad Católica en torneos internacionales al vulnerar las redes 9 veces en la Copa Libertadores 1993. Los hinchas cruzados que atestiguaron esa época disfrutaban su técnica depurada, cabezazo letal y gran capacidad para complementarse con sus compañeros. Nos contactamos con él y les presentamos la siguiente entrevista:

Vicente Cantatore quiso traerlo desde Deportes Concepción antes de que fuera transferido a Cobreloa

Obviamente que me hubiese gustado ir mas a Católica que a Cobreloa, no tuve otra opción.

Ignacio Prieto armaba planteles con jugadores de casa y otros que rápidamente se impregnaban con la mística del club ¿Era una de las claves para que revirtieran partidos como aquél 0-2 parcial ante Colo-Colo en la Liguilla 1992?

Sin duda, técnico que aparte fue un gran jugador y eso lo sabía transmitir muy bien.


Esa Liguilla de 1992 ha sido considerada la mejor de la historia y la final ante Universidad de Chile se jugó con más de 70.000 personas en el Estadio Nacional. ¿Qué recuerda de esa noche y cómo se gestaron sus tres goles?

Primero que hasta ahora la recuerdo y me alegra que la consideren histórica. Creo que me merecía una noche así por el año que había tenido y por la rareza del que me seguía atrás en las tablas de goleadores, que hizo cuatro goles el último partido. El primer gol fue un pase cerca del área grande, giré y rematé. En el segundo arranco casi de mitad de cancha, pared con Barrera, y la fortuna del gol. En el tercero, contragolpe, pase de Ian Mac Niven y tiro fuerte al primer palo.

Los festejos ante el rival universitario eran una costumbre en esa época ¿Se percibía una mayor confianza en el camarín cuando les tocaba enfrentarles o cada partido era una lucha aparte?

Se notaba en la semana que era importante, un clásico con tanta historia a todos nos movía y era una motivación extra, fue hermoso haberlos podido jugar.


Si tuviera que transmitirle al plantel actual de Universidad Católica el amor propio que mostró el equipo ante Barcelona en Guayaquil, América en Cali y Sao Paulo en la revancha ¿Qué les diría?

Es difícil de transmitir. Tendría que estar con ellos personalmente. Como soy entrenador, actualmente intento que mis equipos tengan esa mística, sin perder el buen juego que debe tener Católica por historia.

Luego de que usted se convirtió en el goleador de Copa Libertadores 1993 tuvo muchas ofertas ¿Hubo un reconocimiento concreto a nivel dirigencial que asegurara su continuidad en Universidad Católica?

Nunca, al contrario. No hicieron nada para retenerme, pero lamentablemente es una historia vieja del club que ojalá algún día cambie y se respete más al jugador que ha hecho las cosas medianamente bien.

¿Con quienes se entendió mejor dentro de una cancha?

En mi primer tiempo en Católica, me era fácil jugar con el Coke Contreras, y después sería injusto nombrar a algún compañero, en especial porque Católica, por su manera de jugar, que no la tiene que perder nunca, visita y visitará siempre las áreas rivales.

Considerando que fue su compañero entre 1992 y 1993 ¿Qué destacaría de Raimundo Tupper como jugador y persona?

Como jugador creo que podría haber dado muchísimo más porque tenía todas las condiciones para hacerlo. Quizá su carácter lo hacía conformarse a tanta capacidad para ir por los dos costados. En cuanto a persona, y no porque no esté, extraordinaria y hasta aun hoy lamento su partida.


Una sociedad anónima proporciona elementos positivos, como los recursos, y otros perfectibles ¿Qué le falta al proyecto actual para alcanzar una instancia histórica como aquella que ustedes disputaron en 1993?

A la distancia no me animo a criticar, hay que estar adentro para hacerlo. Si podría decir que los entrenadores de turno tienen que saber la historia del club y jugar de tal manera.

Usted sigue vinculado al fútbol como entrenador, camino que han seguido varios compañeros suyos como Mario Lepe, Andrés Romero, Ricardo Lunari, Gerardo Reinoso, entre otros. ¿Cuáles son sus objetivos en esa función y qué ha rescatado de los directores técnicos que tuvo?

De todos aprendí algo. Y como ambiciones tengo todas, me falta lo que también me faltaba como jugador, rodearme de managers que manejen mi carrera. Por eso humildemente estoy dirigiendo en mi provincia La Pampa a equipos que juegan torneos Argentino C o Argentino B, cuando creo que lo podría entrenar cualquier equipo de mucho mayor nivel. No pierdo las esperanzas y cada día me preparo más para que ojalá eso suceda.

¿Qué mensaje le daría a los hinchas cruzados que leen la Columna de Razta en El Gráfico Chile?

Mi agradecimiento por tanto cariño. Estuve en el club creo que un año y cuatro meses, hice 42 goles oficiales y uno se da cuenta cuando se va de Católica lo que es semejante club. Sin duda quedó grabado para toda la vida mi paso por ahí y al hincha, en especial, que ojalá los logros importantes vengan muy pronto. Y ojalá en algún momento pueda ser parte de algún proyecto dentro del club. Mi abrazo al pueblo cruzado.

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